Desde muy pequeña, la lectura fue mi salida al mundo exterior, descubrí la amistad, la aventura, el amor, incluso el sexo. Página a página devoraba la historia y sentía verdadera pena de que se acabara. Pero la magia volvía a repetirse en el mismo momento en que abría la tapa de un nuevo libro ...fascinante.

sábado, 21 de enero de 2017

Atrevete


Que haya abundancia de amor, de risas, de tolerancia, de gratitud, de felicidad
¿Vamos? La vida no espera... atrévete!


Isabel Sevilla.




viernes, 20 de enero de 2017

Begoña Abad


Voy deshaciendo equipajes,
abandonando lo que no sirve.
Los que buscan llenar sus mochilas
para hacer un viaje más confortable
me miran extrañados, con lástima.
“No llegará muy lejos”, piensan
y tienen razón.
Ya he llegado,
cada paso es una llegada al sitio preciso.

Begoña Abad






miércoles, 18 de enero de 2017

Estamos Vivos



Donde quiera que estés, ahora, si ahora mismo, mientras lees esto (a propósito, gracias por estar ahí), detente unos minutos.
No leas de pie, no leas mientras estás yendo de un lado a otro.
Tráete suavemente, quédate aquí, un ratito, te invito.
Respira, y date cuenta que estás respirando.
Que hay algo mágico, milagroso, que está sucediendo, una y otra vez. Siente la temperatura del aire, su textura, y el ritmo propio que tiene al moverse entrando y saliendo de tu cuerpo.
Siente el peso de todo tu cuerpo apoyado y sostenido ( y por un ratito, que el peso signifique " este soy, esta es toda la dimensión de mi ser ocupando mi lugar, y no unos kilos de más que tengo que bajar)
Busca con tu mano tu corazón, y hazte el regalo de sentir su latido, su ritmo. Tal cómo está en este momento. Un ratito más.
Date un poco más de tiempo para darte cuenta. Date cuenta.
Estamos juntos. Respirando.
Y aunque estemos lejos, estamos cerca.
Y celebremos que estamos vivos, aquí, ahora, en este maravilloso instante.










lunes, 16 de enero de 2017

Una gran escritora



“Cierta hora de la tarde era la más peligrosa. A cierta hora de la tarde los árboles que ella había plantado se reían de ella (…) Su precaución se reducía a cuidarse en la hora peligrosa de la tarde, cuando la casa estaba vacía y ya no necesitaba de ella, el sol alto, y cada miembro de la familia distribuido en sus ocupaciones”


Clarice Lispector


martes, 3 de enero de 2017

Siempre, mi admirada Virginia Woolf



Cuando vio este nuevo libro sobre su mesa de noche, apilado sobre el que había terminado la noche anterior, estiró las manos automáticamente, como si leer fuera la primera y única tarea evidente del día, la única forma viable de negociar el tránsito del sueño al deber.

Virginia Woolf